27 junio, 2017 Mimo

¿Embarazada en verano? Consejos para disfrutar de unas felices vacaciones

El calor es uno de los factores que más puede afectar a las embarazadas haciendo de esta etapa algo especialmente agotador. Además, los viajes, los traslados, las maletas, los cambios, etc., pueden provocar cansancio y estrés. Pero, ¡no desesperemos! Con unos pequeños consejos podrás disfrutar del sol, del verano y de unas fantásticas vacaciones.

Cuidado con el sol

Durante el embarazo, es más fácil que aparezcan las odiadas manchas en la piel, debido a factores hormonales que hacen que la melanina esté más activa de lo habitual. No obstante, tampoco hay que esconderse del sol, ya que lo necesitamos por ser fuente de vitamina D. Lo que debemos hacer es aplicar el sentido común y las pautas que habitualmente recomiendan los expertos: no exponerse en las horas centrales del día (de 12:00 a 18:00), aplicarse protección alta y cubrirse con gorros o sombrillas.

Piernas y pies hinchados

La retención de líquidos es uno de los síntomas más frecuentes en el embarazo, sobre todo en verano. Sin embargo, con ciertos cuidados puedes minimizar estas molestias:

  • No pasar demasiadas horas de pie.
  • Duchas de agua fría.
  • Beber abundante agua.
  • Tumbarse del lado izquierdo, ya que si se duerme del lado derecho, hay más posibilidades de que el peso obstruya la vena cava inferior, que transporta la sangre desde las piernas hasta el corazón.
  • Mover las piernas, realizar ejercicio en el agua.
  • Elevar las piernas siempre que se pueda.
  • Tomar alimentos drenantes: piña, alcachofa, borraja…
  • Si se está en la playa, pasear por la arena y después meter las piernas en el agua salada.

¿Está contraindicado viajar durante el embarazo?

Si estás en el primer y segundo trimestre y el embarazo transcurre sin complicaciones, no hay problema en realizar algún viaje. Solo deberás tomar algunas precauciones:

  • No pasar más de dos horas sentada sin moverte.
  • Llevar ropa cómoda y holgada. Si tienes varices, ponte medias de descanso.
  • Ir al servicio frecuentemente, ya que retener la orina mucho tiempo puede dañar el suelo pélvico.
  • No viajar a países tropicales o zonas endémicas de fiebre amarilla o malaria, ya que algunas vacunas están contraindicadas en el embarazo.
  • Si se viaja en coche, evitar las horas de más calor.

Además, puedes estar tranquila: el arco de metales de los aeropuertos y estaciones es inocuo tanto para la madre como para el feto.

Insomnio

Si ya durante el embarazo en ocasiones cuesta conciliar el sueño, el calor lo puede hacer aún más difícil todavía. Por eso:

  • Duerme con ropa ligera o incluso sin ropa si estás más cómoda.
  • Haz ejercicio ligero (no extenuante) para intentar llegar “cansada” a la hora de dormir.
  • No hagas cenas copiosas ni grasientas.
  • Ventila bien la habitación. Aprovecha las horas en las que refresca para intentar bajar la temperatura de la estancia.
Cansancio

El calor hace que nos baje la tensión y esto nos hace sentir más pesados y cansados. Para encontrarte mejor:

  • Duerme lo que te pida el cuerpo. Si estás de vacaciones, ¡aprovecha!: levántate tarde, duerme siestas…
  • No realices grandes esfuerzos que te dejen agotada.
  • Cuida tu alimentación. Aunque estés de vacaciones, no te olvides de las frutas y de las verduras.

Y, sobre todo, relájate, pasea, toma el sol (con precauciones), disfruta de unos buenos baños… Te hará sentir mejor.

 

Imágenes: Pixabay

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