¿Cómo será mi parto? ¿Cuánto durará? ¿Será doloroso?… Son muchas las preguntas que se hacen las mujeres durante los meses de gestación. Así como cada embarazo es diferente, también cada parto es distinto, incluso en la misma mujer. No obstante, se pueden establecer unas pautas generales en torno a una importante variable: si la mujer es primípara (es su primer hijo) o multípara (si ya ha tenido partos anteriores). Generalmente, este hecho marca la diferencia en la duración del parto, que suele ser menor cuando no es el primero. Aunque también influyen otros factores como si se utiliza anestesia epidural o si la etapa de alumbramiento se desarrolla de forma activa o natural.
El parto es un proceso que pasa por varias etapas de distinta duración.
Primera etapa: dilatación (entre 5 y 8 horas)
Es la etapa más larga de todas, y se divide en dos fases claramente diferenciadas:
1.- Fase latente: abarca desde el inicio hasta que se alcanzan los 2-4 cm de dilatación. Las contracciones en esta fase son irregulares y de diferente intensidad, luego es difícil establecer su duración.
2.- Fase activa: comprende desde los 2-4 cm hasta la dilatación completa (10 cm). En este caso, las contracciones sí que son más regulares tanto en intensidad como en frecuencia. Como decíamos anteriormente, la duración es variable y depende de varios factores. El promedio es de 8 horas en mujeres primíparas (con un máximo de 18 horas) y de 5 horas en multíparas (máximo 12 horas). Es en esta etapa cuando, generalmente, se produce el ingreso hospitalario de la mujer.
Segunda etapa: expulsivo (de 18 minutos a 4 horas)
Abarca desde la dilatación completa hasta el momento de la expulsión del bebé. Su duración varía, como en la etapa anterior, en función de si la mujer ha tenido o no partos anteriores y de la administración de anestesia epidural.
También consta de dos fases:
1.- Expulsivo pasivo, que se inicia una vez alcanzada la dilatación completa (10 cm). Es el descenso del bebé por el interior de la pelvis.
2.- Expulsivo activo: cuando aparece la sensación de pujo materno (en ocasiones esto no aparece por la epidural), cuando es visible la cabeza del bebé o cuando hay contracciones de expulsivo.
Tercera etapa: alumbramiento (entre 30 y 60 minutos)
Esta es la última etapa del parto y se refiere a la expulsión de la placenta una vez que el bebé ya ha nacido. Contrariamente a lo que pensamos, no se “alumbra” un bebé sino la placenta. Aunque comúnmente utilizamos “alumbrar” como sinónimo de dar a luz (la RAE así lo recoge), su significado científico correcto es, como hemos comentado, la expulsión de la placenta.
Una vez terminado el parto comienza el puerperio o cuarentena, del que hablaremos en otro post.