Otro de los “síntomas” típicos de la llegada de la primavera, además de la astenia que sufren algunas personas y de la que hablamos en el post anterior, son las alergias primaverales a los distintos tipos de polen. Evidentemente, estas alergias también afectan durante el embarazo, ya que estas no desaparecen como por arte de magia, aunque nos gustaría…
Estornudos frecuentes, picor de ojos, rinitis… son los principales síntomas que presentan la mayoría de los alérgicos. Como durante el embarazo apenas se pueden tomar medicamentos, siguiendo unas pautas podemos mejorar estos síntomas y sobrellevar de la mejor manera posible el inicio de la primavera. No obstante, siempre es mejor acudir al especialista si los síntomas son muy molestos y, sobre todo, cuando se trata de alergias más graves que producen síntomas como asma.
Pero, ¿por qué se producen las alergias? Se trata de una respuesta de nuestro sistema inmunológico (nuestras defensas) hacia ciertos estímulos externos ambientales que el cuerpo interpreta como dañinos.
Síntomas frecuentes
Las alergias leves provocan:
- Picazón de nariz
- Irritación en los ojos
- Dolor de oídos y paladar
- Mucosidad
- Congestión nasal
- Molestias generalizadas en el cuerpo
- Estornudos
- Malestar de garganta
- Rinitis alérgica
Consejos para aliviar los síntomas
Como decimos, sin medicamentos específicos es difícil terminar con los síntomas que provocan estas alergias al polen. No obstante, podemos tomar ciertas medidas que nos ayudarán a sentirnos mejor.
Estas medidas o consejos no solo son aplicables durante el embarazo, sino que también las podemos adoptar cada primavera para sobrellevar mejor las alergias.
La mejor recomendación es acudir a tu médico y seguir sus indicaciones. No obstante, en nuestro día a día podemos establecer unas pautas para minimizar los síntomas y evitar, en la medida de lo posible, el contacto con los agentes que desencadenan las crisis. Estas medidas son:
1.- ¿Tienes identificados los pólenes que te provocan las alergias? Cuanta más información tengas, más fácil será establecer medidas preventivas.
2.- Efectuar lavados nasales con frecuencia. En ocasiones, no solo para eliminar secreciones, sino porque las sustancias que nos causan inflamación pueden quedarse alojadas en las fosas nasales.
3.- Evitar ambientes excesivamente secos.
4.- ¿El tabaco también es perjudicial para las alergias? No directamente, pero como el humo debilita la mucosa nasal, ocular y bronquial, facilita la entrada de polen y, por tanto, las alergias.
5.- Aunque nos pene, quizás haya que renunciar a pasear en días secos y ventosos, cuando la concentración de polen en el aire es máxima. No obstante, existe una alternativa: utilizar mascarilla que tape nariz y boca. Y gafas de sol para proteger los ojos.
6.- No dejar las ventanas del domicilio demasiado tiempo abiertas. Sacudir bien la ropa que ha estado tendida antes de guardarla.
7.- Algo en lo que no caemos en cuenta es que los alérgenos pueden quedarse también en nuestro pelo. Por eso, si has estado expuesta al aire libre, es aconsejable aclararse el pelo antes de acostarse. Así evitaremos que los alérgenos se queden en la almohada.
8.- Si vas a desplazarte en coche, no viajar con las ventanillas bajadas, ya que entraría polen. Si vas a conectar el aire acondicionado, que sea con aire interno y no del exterior.
9.- ¿El lugar ideal? ¡La playa! Las concentraciones de polen son menores y la brisa marina ayuda a contrarrestarlo aún más.
Estamos seguros de que estos sencillos consejos te ayudarán a paliar los síntomas y a llevar mejor el día a día. Con la ayuda del especialista y estas pequeñas pautas, a partir de ahora celebrarás (y no temerás) la llegada de la primavera.